FUNDAMENTOS DE LA GESTIÓN POR PROCESOS
Clásicamente la organización de las empresas se ha inspirado en el modelo taylorista, mediante el cual, estructuras verticales como departamentos, servicios, unidades, etc., esencialmente independientes, se encargaban de controlar y desarrollar las actividades del procesos que les correspondía. Estos sistemas comenzaron a implantarse a principios del siglo XX y cumplieron, sin duda, su objetivo principal: el aumento de la productividad.
La gestión por procesos nos propone organizaciones menos complejas y más planas desde la perspectiva de la estructura jerárquica; organizaciones en las que, sin embargo, se torna necesaria una mayor coordinación en las actuaciones y una cultura de mejora continua claramente establecida, cuyos elementos clave para garantizar la prosperidad, e incluso la supervivencia de la empresa, son la cooperación y la orientación al cliente. La gran aportación de esta metodología es que hace predominar el proceso, orientado al cliente, sobre la función, centrada en la propia organización
Evolución de la gestión por procesos
A principios del siglo XX, empresarios estadounidenses como Taylor y Ford, fueron quienes introdujeron los conceptos que se relacionan con la gestión por procesos en los negocios. A partir de allí surgen iniciativas para mejorar los procesos de una organización.
El concepto de la gestión por procesos surge de forma gradual en las empresas. Históricamente las organizaciones se organizaban en base a principios tayloristas, con una distribución de tareas diferenciadas por tipos de trabajo y departamentos. Ese tipo cronograma permite distribuir bien las tareas en base a la jerarquía de puestos, aquí se utilizan los organigramas para graficar la distribución de cada puesto, pero lo que no permite es mostrar las tareas y las conexiones interdepartamentales que surgen.
El concepto de gestión por procesos aparece para adaptar a las empresas al entorno, mediante una concepción más global que permite ver a la organización como un todo, en vez de áreas separadas que la componen. El enfoque por procesos consiste en la identificación y realización de los procesos pero también en las interacciones que se producen. Así es como la gestión por procesos aparece gradualmente como una alternativa para adaptar las organizaciones al entorno.
En la actualidad, las empresas eligen trabajar con modelos blandos, donde se pueden implementar cambios y adaptar las herramientas administrativas a los nuevos tiempos, estos modelos tienen la ventaja de ser flexibles y permitir la adaptación constante que requiere el contexto actual. Las empresas de estructura rígida funcionan pero las actividades se realizan de manera más fraccionada y muchas veces esto produce problemas en el intercambio y colaboración entre los departamentos entre sí y entre los trabajadores mismos.
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